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Informe de actividades de la UAM 2014
CENTRALIDAD DE LA
FORMACIÓN DEL
ALUMNO
EN SU TRAYECTORIA
Desde su origen, la UAM destina parte importan-
te de sus recursos a la consolidación de una oferta
educativa diversa, flexible y de calidad, orientada
a favorecer la ampliación de su cobertura para dar
cabida en nuestro sistema educativo a los egresados
de nivel medio superior bajo el cumplimiento de
aquellos requisitos estipulados en el proceso de ad-
misión. Ampliar la cobertura, más allá de mejorar
una estadística, resulta ser un procedimiento de in-
clusión e integración social, lo que implica a su vez,
proporcionar acceso a una población estudiantil he-
terogénea, conformada por el creciente número de
jóvenes provenientes de los diferentes subsistemas
de educación media superior.
Los esfuerzos de ampliación en el acceso, perma-
nencia y egreso de los alumnos, requiere tomar en
cuenta no sólo el bajo porcentaje de los alumnos
aceptados, respecto a la elevada demanda en va-
rias de las licenciaturas que ofrece la Universidad.
También es apremiante reparar en las trayectorias
académico-escolares mantenidas por los alumnos
a lo largo de las diferentes etapas de su formación.
Así, es prioritario atender las elevadas tasas de
abandono durante los primeros trimestres de la
licenciatura. De igual manera, es necesario resol-
ver el tema del significativo número de alumnos
con rezago en cuanto a la proporción de créditos
aprobados de acuerdo a su avance reglamentario
en el tronco básico profesional. Finalmente, se re-
quiere considerar la diferencia que existe entre los
alumnos graduados al término inmediato de sus
estudios, respecto de los egresados.
Prolongar las trayectorias o propiciar el abandono de
estudios, además de elevar los costos y derivar en ni-
veles de eficiencia terminal no satisfactorios, condu-
ce lamentablemente a la frustración de proyectos de
vida de los alumnos y sus familias, con efectos adver-
sos en el conjunto de la sociedad. Esta situación, que
posee dimensiones complejas debido a factores inter-
nos y externos a la Institución, no es fácil de resolver
en el corto plazo; hacen falta políticas específicas que
apunten a la solución de esta problemática.
Pensar en estrategias razonables y creativas para en-
cauzar y atender eficientemente la creciente demanda
y permanencia de los alumnos, hasta la conclusión
de sus estudios, y hacerlo sin renunciar a los nive-
les de calidad, resulta una tarea obligada en nuestro
quehacer. Es necesario implantar acciones inclusivas
y específicas en los distintos tramos de la trayecto-
ria académico-escolar del alumno. Debemos recor-
dar que el alumno representa, para el Modelo UAM,
el centro de la acción docente, y éste debe asumirse
como el espacio donde se articula su desarrollo inte-
gral en cuanto a su dimensión intelectual, profesional
y cultural como persona autónoma.
Considero que habrá un aumento gradual en la
matrícula activa, conforme se amplíe la infraes-
tructura y los recursos necesarios para atender
a un mayor número de alumnos en las Unidades
Cuajimalpa y Lerma, y también en la medida en
que haya políticas que mejoren las trayectorias
académico-escolares de los alumnos en todas las
Unidades Académicas.
Es conveniente elaborar perfiles básicos de los alum-
nos de primer ingreso por licenciatura, basados en
los datos contenidos en el examen de selección y en la
encuesta socioeconómica aplicada durante ese pro-
ceso, ello con el fin de identificar a la población en
riesgo académico potencial, e implementar acciones
destinadas a superar los obstáculos extra académicos
que afectan su trayectoria. Por su parte, los progra-
mas de integración a la vida universitaria, dirigidos a
los alumnos de primer ingreso, representan los pasos
iniciales para suministrar información básica y crear
en el alumno el sentido de pertenencia a la Institu-
ción. De ahí la importancia de evaluar continuamen-
te los resultados y la conveniencia de esos programas,
así como socializar las buenas prácticas entre las Uni-
dades Académicas.